jueves

Inundacion de Santa Fe 2003

INUNDACION DE SANTA FE 2003







CATASTROFE

Un fenómeno extremo de la naturaleza se convierte en desastre o catástrofe cuando ocasiona pérdidas humanas o económicas. Es decir, se denomina desastre natural sólo cuando el problema social o económico es detonado por un fenómeno de la naturaleza. Un peligro latente se convierte en desastre si ocurre donde vive gente. En la actualidad, al menos un cuarto de la humanidad vive en zonas vulnerables a los desastres, sobre todo en los países en desarrollo. En ellos, la gente asienta sus viviendas en lugares propensos a sufrir estas catástrofes. Otro elemento a tener en cuenta es que muchas de las acciones de los seres humanos como la deforestación y la contaminación agravan los efectos de los fenómenos naturales


Las Inundaciones
Las catástrofes naturales más frecuentes son las inundaciones. Éstas se originan por lluvias torrenciales o por deshielos. Producen una serie de consecuencias como la perturbación de la economía de la región (sobre todo si es agrícola porque, cuando el agua se retira, arrastra la capa fértil del suelo). Otra consecuencia es la contaminación de los suelos y las napas freáticas, poniendo a la población en riesgo de epidemias. En nuestro país, en abril del año 2003, la provincia de Santa Fe se vio sumergida en lo que se denominó crisis hídrica. Esta inundación fue provocada por el desborde del río Salado que afectó de manera rotunda las actividades y provocó perdidas considerables. El riesgo mayor lo padeció la ciudad de Santa Fe que llegó a tener casi el 70% de su área de ocupación inundada. Estos fenómenos climáticos deben observarse en el contexto del recalentamiento global, producto de la contaminación del planeta por más de un siglo.

CICLO HIDROLOGICO


El ciclo del agua tiene lugar en la tierra, tiene una interacción constante con el ecosistema debido a que los seres vivos dependen del agua para sobrevivir y ellos coayudan al funcionamiento ciclo del agua y el depende de una atmósfera no contaminada y de un cierto grado de pureza del agua porque con el agua contaminada se dificulta la evaporación y entorpece el ciclo.
Los principales procesos implicados en el ciclo del Agua son:
• Evaporación. El agua se evapora en la superficie oceánica, sobre el terreno y también por los organismos, en el fenómeno de la transpiración en plantas y sudoración en animales.
• Condensación. El agua en forma de vapor sube y se condensa formando las nubes.
• Precipitación. Es cuando el agua se convierte en hielo para después caer en forma de granizo. La atmósfera pierde agua por condensación (lluvia y rocío) o sublimación inversa (nieve y escarcha) que pasan según el caso al terreno, a la superficie del mar o a la banquisa. En el caso de la lluvia, la nieve y el granizo (cuando las gotas de agua de la lluvia se congelan en el aire) la gravedad determina la caída; mientras que en el rocío y la escarcha el cambio de estado se produce directamente sobre las superficies que cubren.
• Infiltración. Ocurre cuando el agua que alcanza el suelo penetra a través de sus poros y pasa a ser subterránea. La proporción de agua que se infiltra y la que circula en superficie (escorrentía) depende de la permeabilidad del sustrato, de la pendiente (que la estorba) y de la cobertura vegetal. Parte del agua infiltrada vuelve a la atmósfera por evaporación o, más aún, por la transpiración de las plantas. Otra parte se incorpora a los acuíferos. Parte del agua subterránea alcanza la superficie allí donde los acuíferos, interceptan la superficie del terreno.
• Escorrentía. Este término se refiere a los diversos medios por los que el agua líquida se desliza cuesta abajo por la superficie del terreno.
• Circulación subterránea. Se produce a favor de la gravedad, como la escorrentía superficial. Se presenta en dos modalidades: Primero, la que se da en la zona vadosa, especialmente en rocas, como son a menudo las calizas, la cual es una circulación siempre cuesta abajo. Segundo, la que ocurre en los acuíferos en forma de agua intersticial que llena los poros de una roca permeable.
• Vaporización. Este proceso se produce cuando el agua de la superficie terrestre se evapora y se transforma en nubes. Fusión. Este cambio de estado se produce cuando la nieve pasa a estado liquido cuando se produce el deshielo. Solidificación. Al disminuir la temperatura en el interior de una nube el gas de agua se congelan. Condensación. La solidificación hace produce las nubes.
Inundación en Santa Fe 2003:
La catástrofe provocada por la crecida extraordinaria del río Salado en Santa Fe, en el otoño del año 2003, afectó a un tercio de la población (aproximadamente 150.000) y dejó pérdidas millonarias. Dejó en evidencia además, que no existía un plan de contingencia adecuada para permitir la evacuación ordenada de la población antes y durante el desastre y la carencia total de herramientas e información que permitiera tomar decisiones rápidas y eficientes para gestionar la emergencia.
Podemos decir que básicamente, la inundación del 2003 obedeció a factores climáticos, naturales, por un lado, y a factores humanos, por el otro. Y esto es importante reconocerlo, porque definitivamente se trató de un fenómeno absolutamente previsible y evitable de haberse adoptado las medidas correspondientes.
Una vez que el agua invadió la zona oeste de la ciudad por su extremo norte se condujo hacia el sur. Y allí fue, lamentablemente, la ciudadanía la que debió soportar las consecuencias de los “desaciertos” de la gestión de turno. Desaciertos que produjeron una catástrofe, en la que la gente perdió su vivienda, sus bienes, sus ahorros producto de años de trabajo y, en los desenlaces más trágicos, su vida.
Es cierto que, cuando de fenómenos o fuerzas naturales se trata, es muy difícil para el hombre controlar sus causas, su desarrollo y sus efectos. Pero ello no es argumento válido, o al menos no es suficiente, para evadir las responsabilidades que surgen de la falta de previsión, de control, de preparación; en definitiva, de idoneidad, negligencia e irresponsabilidad que demostró en su momento el gobierno de turno, con el Sr. Carlos Reutemann ocupando el cargo de gobernador y el Ing. Martín Balbarrey el de Intendente.
Es cierto también que estos hombres son hombres, y que pueden tener errores o desaciertos que no escapan a la naturaleza humana. Pero es cierto también que además de hombres eran funcionarios públicos que debían velar por la seguridad y el bienestar de la sociedad santafesina. Y si había cuestiones que éstos desconociesen, lo cual es entendible, tenían el deber y la responsabilidad de asesorarse por técnicos, gente especializada en cuestiones hídricas. Por el contrario, ignoraron los estudios científicos y técnicos y, con ellos, la seguridad de la gente. Estos hombres, aún hoy, no han podido dar a la sociedad santafesina respuestas satisfactorias; mucho menos explicaciones… Ni siquiera ante la justicia

Descripción y Localización geográfica


La ciudad de Santa Fe, con aproximadamente 500.000 habitantes, se encuentra emplazada en el litoral argentino, en la confluencia de los ríos Paraná y Salado, por lo tanto las posibilidades de su desarrollo territorial están directamente condicionadas por los valles de inundación de estos cursos de agua y por sus crecidas.
El sector que se inundó es naturalmente un sector inundable, la ciudad de Santa Fe se encuentra en una geografía claramente dominada por ríos, y por lo tanto su área es susceptible de ser inundada porque en ese lugar se desarrolla en forma manifiesta el valle de inundación del río Salado.
El aumento de la magnitud y frecuencia de las crecidas ocurridas en las últimas tres décadas, conjuntamente con el desordenado crecimiento urbano, con numerosos asentamientos en áreas inundables, ponen a gran parte del territorio en estado de vulnerabilidad.
La cuenca inferior del Río Salado tiene sus nacientes en el noroeste santafesino, constituye un sistema típicamente de llanura con una superficie aproximada de 60.000 km2, se desarrolla casi íntegramente en la provincia de Santa Fe. En este caso hablamos de la cuenca inferior porque las precipitaciones que dieron lugar a la crecida, ocurrieron en Santa Fe.
Causas de la catástrofe hídrica

Las causas que motivaron la inundación de la ciudad de Santa Fe, con sus efectos catastróficos, encuentran sus orígenes tanto en cuestiones de tipo natural como en otras resultantes de la acción del hombre. Si tuviéramos que analizar lo que realmente sucedió en esta inundación tenemos que hablar de dos tipos de causas; las naturales y las
Humanas.
Causas naturales


La crecida del río Salado se originó por la ocurrencia de precipitaciones intensas sobre su cuenca baja, ocurridas principalmente entre los días 22 y 24 de abril del año 2003. Durante esos días un sistema frontal caliente semiestacionario se ubicó en el centro del litoral argentino. Sobre este sistema frontal se formaron núcleos de nubes convectivas, que produjeron lluvias sobre una cuenca saturada, producto de precipitaciones ocurridas en los meses previos, cuestión agravada por el ascenso generalizado de los niveles freáticos ocurrido en las últimas décadas.

Hay procesos naturales que son complejos y para los que es imprescindible estar más atento y tener más información. La naturaleza es cambiante, por lo que cada sociedad debe tener un registro histórico de esas variaciones
La causa inmediata de las inundaciones que se registraron en el Litoral es el exceso de lluvias. Se trata de un fenómeno climático imprevisible, por ello, muy útil también para que las autoridades municipales y provinciales justifiquen el desastre como algo incontrolable.


Actividades humanas

Los efectos de las inundaciones se ven agravados por algunas actividades humanas. Así sucede:
Al asfaltar cada vez mayores superficies se impermeabiliza el suelo, lo que impide que el agua se absorba por la tierra y facilita el que con gran rapidez las aguas lleguen a los cauces de los ríos a través de desagües y cunetas.
La tala de bosques y los cultivos que desnudan al suelo de su cobertura vegetal facilitan la erosión, con lo que llegan a los ríos grandes cantidades de materiales en suspensión que agravan los efectos de la inundación.
En este caso, se produce un evidente conflicto entre la ganancia privada, pues reemplazar árboles por cultivos como la soja es una actividad altamente lucrativa, y el interés público, pues la deforestación está detrás de muchos problemas hídricos y ni los Estados provinciales ni el Estado nacional han desarrollado aún políticas que controlen la tala indiscriminada ni planes de obras para paliar sus consecuencias no deseadas o garantizar la reforestación.
Las canalizaciones solucionan los problemas de inundación en algunos tramos del río pero los agravan en otros a los que el agua llega mucho más rápidamente.
La ocupación de los cauces por construcciones reduce la sección útil para evacuar el agua y reduce la capacidad de la llanura de inundación del río. Por otra parte el riesgo de perder la vida y de daños personales es muy alto en las personas que viven en esos lugares.
En la provincia de Santa Fe, una empresa inglesa monopolista, casi extinguió los bosques, con la complicidad de los gobiernos provinciales.
Uno de los factores que han profundizado los peligros de inundación en la zona Santafesino y en la cuenca del Salado se debe a la progresiva destrucción del bosque.
Las inundaciones entonces, no son causas naturales sino humanas, porque el Hombre es el responsable de ellas. Esta vez las aguas del río Salado cubrieron los campos deforestados y erosionados. Lo que ocurre en Santa Fe hay que caracterizarlo como un problema social y político antes que natural. Una inundación suele tener causas más políticas que naturales. Porque la forma en que una sociedad advierte, enfrenta y resuelve una catástrofe no es "natural", sino que tiene que ver con cómo resuelve todos sus problemas y uno de ellos es el ambiental, incluso en la normalidad. La tragedia no fue producto sólo de la lluvia extraordinaria sino que Intervinieron varios factores; todos producidos por la acción del hombre
En las zonas bajas, se habían permitido numerosas construcciones y asentamientos de familias pobres, que fueron las primeras perjudicadas por el agua.
El hombre actúa sobre la naturaleza para aprovecharse de ella o minimizar su daño. Sabe que corre riesgos. Esa capacidad de operar y tomar decisiones eficaces para proteger a la sociedad, es el déficit mayor en la catástrofe que vive Santa Fe.

En resumen, la combinación de fenómenos climáticos naturales con las consecuencias del cambio climático global, la acción del hombre a nivel local y las políticas públicas erráticas producen las inundaciones y hacen que sus efectos sean más catastróficos de lo que podrían haber sido.

Salud e inundación

El desborde del río Salado también impactó sobre la salud de la población y puso a la
ciudad de Santa Fe en una situación sanitaria crítica, la más grave de su historia.
Después del pico de la inundación el agua fue descendiendo, dejando al descubierto
enormes cantidades de basura. El agua contaminada y los animales muertos o enfermos son un foco de infección permanente y el hacinamiento y la falta de higiene no hacen más que inducir los contagios. Hay sarnas, micosis, pediculosis, diarreas y cuadros respiratorios agudos. También una gran cantidad de brotes sicóticos y de drogadictos con síndrome de abstinencia. También hay muchas personas con la presión alta y con crisis nerviosas, así que les damos algo para calmarlos.

Se sabía que algo podía ocurrir
El Servicio Meteorológico Nacional mediante imágenes satelitales presento pronósticos que se hacen todos los meses y para el caso del Salado se había advertido en el mes de marzo un alerta temprano. Se indicó que se observaban en la zona de la cuenca del río lluvias que superaban los valores normales y a partir de las imágenes satelitales se detectó un grado de anegamiento y de saturación de las tierras y las cuencas que permitían prever que ante nuevas lluvias abundantes se podría pensar en crecidas importantes

Medidas no estructurales que faltaron
* Un sistema de alerta hidrometeorológico, que hubiera permitido obtener información en tiempo real y pronosticar la evolución de la crecida del río Salado en la ciudad de Santa Fe, para tomar medidas en consecuencia.
* Una regulación del uso del suelo en áreas inundables, que hubiera impedido o restringido en las áreas urbanas la construcción de viviendas de uso permanente y edificios de importancia estratégica en áreas con alto riesgo de inundación.
* Un plan de contingencia, que hubiera permitido la evacuación ordenada de la población afectada antes del desastre y disponer de acciones, debidamente organizadas, de asistencia durante y después del fenómeno.
*Falta de datos, inexistencia de programas de monitoreo, obras inconclusas, carencias de regulaciones, falta de control y de planes de contingencia, no son más que el crudo reflejo de políticas del Estado que no priorizan adecuadamente los recursos o lo hacen desde una mirada alejada de las necesidades de la gente.
*La incompleta construcción de la defensa oeste de la ciudad, la insuficiente luz en el puente de la Autopista Santa Fe-Rosario, cambios en el uso de la tierra e intervenciones a nivel de cuenca y la falta de una serie de medidas no estructurales.
Las responsabilidades
A fines de abril se produjo la inundación más grande que se tenga memoria en Santa Fe. Los números de víctimas fatales no son coincidentes entre los datos oficiales y los que difunden algunos medios
Las cifras de personas fallecidas no fueron coincidentes, y aun hoy aparecen números que cuestionan los números oficiales.En un momento se dieron cifras realmente escalofriantes, como las que difundió el Secretario de Salud de Entre Ríos
Las pérdidas fueron millonarias y, a pesar de las advertencias previas a la inundación, hasta ahora no se han delimitado las responsabilidades.
Evidentemente lo sucedido no es una fatalidad de la Naturaleza. Tiene sus causas estructurales, producto combinado de varias cuestiones, algunas que se fueron dando en el tiempo y otras circunstanciales como obra del momento. Entre las causas estructurales hay que señalar que la responsabilidad última es de las políticas neoliberales.
A esto hay que sumarle la ineptitud, inoperancia, desidia, negligencia, imprevisión, incapacidad e insensibilidad de los gobiernos provincial y municipal. Si el Estado provincial y municipal no estaba en condiciones de responder ante la masa de agua que llegaba desde el norte, al menos debió dar la voz de alerta a la población para que se evacuara, aunque sea por sus propios medios. Pero presa de su propia incapacidad, necedad y torpeza, de su falta de comprensión social, de su inoperancia no se hizo nada. No se realizaron los terraplenes en tiempo y forma, ni tampoco -una vez producida la inundación- se fue capaz de reaccionar para organizar el rescate de las personas inundadas o los centros de evacuados.
No son casualidades estas. Son producto de la política neoliberal, que dejó librado todo a la voracidad del mercado. La incompetencia con que actuaron los elencos gobernantes es demostrativa de cómo actúan estos personajes, a los que solo les interesa el clientelismo político. En realidad, han mostrado su verdadera cara, su condición de clase, su desprecio y desinterés hacia los sectores populares.
Mirando hacia el futuro
Es poco lo que las sociedades pueden hacer para controlar fenómenos climáticos naturales. También son pocas las medidas que un gobierno municipal o provincial de Argentina pueden adoptar para intentar controlar el cambio climático y el calentamiento global.
Sin embargo, queda aún mucho camino por recorrer en Argentina en materia de cuidado del medio ambiente y prevención y control de los desastres “naturales”, si es que puede denominarse así a fenómenos en los que, como hemos visto, la causalidad humana representa un papel crucial. Ante todo, es preciso que el gobierno nacional y los gobiernos provinciales coordinen disposiciones para controlar el uso de los suelos. El Estado tiene una responsabilidad en la conservación de los bosques, el control de la tala indiscriminada de árboles y el establecimiento de límites al uso abusivo de los suelos y el agua
Sean cuales fueran las causas de las inundaciones, una ciudad que se encuentra en una zona de crecientes habituales debe estar preparada para responder a esa contingencia: requiere de una buena infraestructura de desagües, debe evitar el asentamiento de habitantes en lugares fácilmente anegables o al menos permitirlo solamente tras la realización de obras que prevengan esos anegamientos y debe contar con un plan de contingencia probado y eficaz y un sistema de asistencia social acorde.
La única forma de enfrentar seriamente una catástrofe “natural” parece ser un Estado activo, con políticas de largo plazo que le permitan intentar controlar sus causas y contar con una red de asistencia veloz y eficiente cuando el fenómeno se ha desatado.

2 comentarios:

  1. Hola, antes que nada quiero felicitarlos por la idea de armar un blog para trabajar en la escuela, soy profe de Geografía en el Gran Bs As e hice lo mismo para mis alumnos. Por otro lado, aunque vivo acá, como hincha de Colón viajo siempre a Santa Fe; incluso estuve 1 semana antes de la inundación allá, en barrios como Santa Rosa de Lima donde hasta las casas con planta alta quedaron bajo agua.
    Por eso, pudo aclarar dos cosas de lo que leí en esta excelente presentación:
    1º el número de muertos (oficialmente 23) debe ser - con suerte - cercano a las 500 personas. Hasta ahora no me canso de cruzar con conocidos que me hablan de dos o tres muertos en su cuadra nomás...
    2º la causa fundamental (y la enorme responsabilidad delictiva) corresponde a que el sitio por donde entró el agua, al O de Bº Cabal y Bº Los Troncos (en el Noroeste de la ciudad), figuraba como parte de un terraplén terminado (por donde ahora sí corre la parte Norte de la Circunvalación Oeste); pero hubo un tramo de 400 mts que nunca se rellenó, por una coima de un club de golf allí ubicado y que se "arregló" con el intendente y con Reutemann (lacra menemista). Una vez dentro de la ciudad el agua, el terraplen que sí estaba hecho más hacia el Sur, funcionó como embudo, por lo que en los barrios del SO había un nivel más alto que en el propio río.
    Ojalá les sirva lo que les comenté, amigos...

    ResponderEliminar